jueves, 8 de marzo de 2012

Sin retorno

             
             Había salido de la jaula porque quería tener un mayor contacto, pero las cosas se pusieron feas y  justo cuando la muerte entre las fauces de aquél  tiburón cobraba la mayor de las realidades, logró alcanzar las rejas e introducirse dentro justo en el momento en que la  jaula  ascendía guiada por el marino que esperaba en el barco ….
              La vida de Darío se había transformado de la noche a la mañana. Procedía de una familia muy adinerada, de alta clase social. El tiempo y las enfermedades se llevaron a sus familiares hacía un tiempo y era uno de esos solteros millonarios que podía permitirse todo lo que quisiera.  Ahora su existencia, se había convertido en un laberinto lleno de pasillos oscuros, arriesgados y peligrosos ….y eso, desde que conoció a Spash, quien en muy poco tiempo le introdujo en numerosas aventuras que a decir verdad, despertaron en Darío todo aquello que le hubiera gustado hacer y que por motivos varios, nunca se había atrevido. Spash se informaba, barajaba las posibilidades, las opciones, medía el peligro y calculaba como aumentarlo. Sabía perfectamente que Darío estaba dispuesto a todo y cada vez que le proponía algo, éste aceptaba entusiasmado. Spash era un cerebrito. Atesoraba tres carreras en su haber intelectual. La más extendida fue la de medicina, de la cual había realizado varias especialidades. Le apasionaban la aventura, las empresas arriesgadas, los retos que entrañaban peligro ….pero una enfermedad, le apartó de aquella vida de sobresaltos. Pasó a vivir aquellas aventuras de otra forma ….a través de Darío a quien le sobraba el dinero y podía costearse los gastos de inicio de cada aventura y el pago a Spash por sus investigaciones y preparación de aventuras. La relación de ambos se había convertido en un intercambio ….Spash amortizaba su inteligencia y Darío su aburrimiento.

Después de haberse librado por los pelos de ser manjar de tiburones, de salir de un safari salvaje a punto de ser devorado por una leona, de sobrevivir durante largo tiempo en la selva acompañado exclusivamente de sí mismo y sin ningún recurso, de solventar una peligrosa  situación entre traficantes y mafiosos … etc,  aquel planteamiento confuso de Spash de pasar una noche en la casa abandonada del monte que ya se había bautizado popularmente como “mansión sin retorno”, a Darío le pareció muy poca cosa, y pensó que tal vez, se trataba de alguna broma. Aunque Spash no estaba totalmente seguro de la seguridad en aquella experiencia y después de aconsejarle que esperara un poco más para intentar recabar más información y perfeccionar la aventura, éste decidió probar aquella experiencia. Aun así, decidió comprobar en propia esencia lo que Spash le contó de aquel lugar, fuera en serio o una de sus bromas, al fin y al cabo, era quien aportaba más alicientes a su vida.
Cuando la puerta con un chirrido inusual se cerró detrás de él nada más cruzar el umbral, Darío pensó que aquello en lugar de resultar peligroso y aterrador, pintaba la mar de divertido.
 Se quedó a oscuras. En aquella casa la electricidad estaba desahuciada pero por suerte, la luz que brindaba la luna llena podía colarse por entre las finas rendijas que dejaban las tablas clavadas para anular las ventanas. Entre curioso y desconcertado, se volvió sin mover los pies hacia esa puerta que se había cerrado sin su intervención.  Giró el pomo ….
-“No te molestes, no abrirá… necesitas la llave” – le susurró una voz de niña …
Darío volvió a girarse sorprendido por aquellas palabras y la imagen que se presentó en frente suya le hizo temblar.  Una figura luminosa y semitransparente, a través de la cual podía ver lo que había detrás, le miraba fijamente. Era una niña, de cabello oscuro y lacio, vestida con un camisón blanco rasgado salteado con manchas de lo que parecían restos de  sangre. Su cabeza estaba inclinada hacia atrás, pues su cuello presentaba un corte de enormes dimensiones y la mantenía unida a su cuerpo etéreo tan solo por unos centímetros. Sus ojos negros aparecían hundidos y rodeados de un surco oscuro que los hacía tenebrosos. La piel de su pálido rostro, mostraba heridas caducas. Antes de que él pudiera pronunciar palabra perdido en un escalofrío de terror, aquel espectro continuó….
-“Bienvenido al mundo de nunca salir, ni vivo ni muerto ….” – y una sonrisa macabra afloró de aquellos amoratados labios.
Las experiencias adquiridas de aquellas arriesgadas aventuras que anteriormente Spash le había propuesto y  en las que el terror de tener a la muerte pisándole los talones zafándose de ella en los últimos segundos….no le aportaban claves, ni pistas para poder orientarse en esta ocasión. No sabía qué le esperaba pero estaba claro que leones, tiburones, mafiosos, ríos inexcrutables, tribus caníbales,etc….pertenecían al mundo real, se combatían con armas o recursos reales, podías vencer, escapar o irremediablemente perder, perder la vida, a eso se exponía siempre, pero en ese momento, la aventura en la que se había embarcado se escapaba a la realidad, podía adivinar que aquel mundo … no pertenecía al de los vivos y sabía perfectamente que no estaba preparado para aquello pero su orgullo ….le impedía claudicar en la lucha aventurera.
-¿quién eres tú? ¿dónde  está la llave? ¿dónde estoy? -preguntó titubeando Darío-.
-Soy Mina, -contestó aquella aparición-. Un día vine aquí con mis amigas, nos escapamos una noche de verano hasta aquí. Ellas no se atrevieron a entrar, pero yo si. Mi atrevimiento me costó la vida y la muerte.  No podía imaginarme que una vez que esta puerta se hubiera cerrado tras de mi ….quedaría atrapada  y condenada por toda la eternidad. Alguien me habló de la llave, pero no pude alcanzarla. En esta casa el horror y el peligro aflora por cada rincón, a cada momento. Uno de esos rincones me hizo esto….¿lo ves? -dijo aquella niña agarrando su cabeza con las manos y moviéndola haciendo círculos-. Desde que estoy aquí, he visto entrar a muchas personas y ninguna ha vuelto a salir. Intenté ayudarles, darles pistas para encontrar la llave, pero muertos y vivos no hablamos  el mismo idioma …no descifraron ni tomaron en serio mis palabras, el horror, les pisaba los talones, vigilante y amenazador, procurándoles  sufrimiento, angustia y finalmente, la muerte. Quedaron atrapadas aquí, incluso después de su muerte, tal y como me sucedió a mí, tal como te  sucederá a ti. Intentaré ayudarte, pero ………
En aquel preciso instante ….una cadena de ruidos y sonidos inquietantes invadieron el lugar …
 -“¿ves?, continuó diciendo aquella niña espectral ….los habitantes de esta casa ya saben que estás aquí, ¡¡comienza el juego!!
-“¿el juego?¿qué juego?” dijo Darío con voz de desesperación
-“El  juego de …” ¡¡ vamos ven ¡! dijo el fantasma …. Aquí, en la cocina debe haber una linterna por algún lado. Necesitarás ver por donde andas, incluso como va ser el momento de tu muerte y el aspecto de tu asesino. No recuerdo que pasó con ella pero creo que fue aquí abajo donde la última persona que entró en la casa la perdió. ¡¡  Espera !!, quizá nos lo diga ella misma …..
Darío estaba aterrado, no podía creer lo que le estaba sucediendo ….” Teme a los vivos y no a los muertos …”- se repetía constantemente-, pero no podía vencer su miedo. Los continuos ruidos penetraban en su mente como una taladradora, haciendo que su corazón derramará lágrimas de horror. Se agarró la cabeza al mismo tiempo que encogía su cuello, cerró los ojos e intento recuperar el aliento y la serenidad. Cuando volvió a recuperar posición, con su cabeza ya erguida y sus ojos abiertos, comprobó que la niña había desaparecido, pero no tardó en verse asustado por otra aparición. Una mano ensangrentada emergió de la pared y segundos después ….el cuerpo al que iba unida. En esta ocasión, el espectro correspondía a una mujer adulta. Lucía una abertura en su tórax que cruzaba de lado a lado el tronco de su cuerpo.
-“¡¡ Mira, ahí !!, -le dijo aquel nuevo fantasma señalando un rincón de la estancia-, “ojalá te sea de ayuda  aunque para vencer a estas fuerzas malignas….te hará falta algo más. A mí me dio algo de seguridad en su momento, pero no me sirvió para escapar………….Busca la llave, es tú única opción para salir de aquí vivo. Está más a la vista de lo que puedas imaginar … pero es muy difícil llegar sin perder la vida, esta casa está llena de obstáculos y él acecha en cada rincón, oculto en la oscuridad. ”.
Darío miró en la dirección en la que aquella mujer  señalaba. Al fijar su mirada en aquel punto, una luz cuya intensidad se escondía en el hueco de los bajos de un mueble le desveló la ubicación de la linterna. De la misma forma que había aparecido, aquella mujer del otro mundo comenzó a hundirse en la pared y conforme iba desapareciendo……
-“¡¡Espera!! ¡¡ no te vayas por favor  !! gritó Darío.
-“Debo irme, el mal no debe enterarse de que intento ayudarte” .. pero no te preocupes, una vez que caigas entre sus garras o entre las de cualquiera de sus vasallos … nos veremos por toda la eternidad y ….me temo que eso sucederá muy pronto”-concluyó.- Y se hundió en la pared ….
Los sonidos y ruidos que venía escuchando desde hacía un rato pararon de repente. Por unos instantes Darío creyó que encontrar la llave no debía de ser tan difícil, y que aquello de las fuerzas malignas del que le habían hablado esa especie de almas etéreas no sería un impedimento.  Intentaban hacerle creer que algo o alguien del otro mundo podría acabar con su vida, pero él estaba seguro de que mientras estuviera vivo, aunque le rodearan esas fuerzas del otro lado, su vida no estaría en peligro, a no ser que el terror le produjera una parada cardíaca u otro fallo orgánico y que por muy aterradores que fueran a ser los momentos por pasar, lograría superar la situación. Así que … recordando programas y lecturas, llegó a la conclusión de que las amenazas del más allá se quedarían en eso, en amenazas y pensó que debía salir de aquel lugar para contarlo y demostrarle una vez más a Spash que era capaz de enfrentarse a todo lo que le propusiera y salir triunfante o al menos con la vida intacta como hasta entonces. Salió de aquella cocina destartalada, y con aire recompuesto y por pura curiosidad, volvió a girar el pomo de la puerta principal pero con media vuelta se dio cuenta de que en verdad, aquella salida, de momento, estaba descartada.
-“Ya te dije que es inútil … si no hay llave, no hay libertad. Debes comenzar a buscarla y encontrarla antes de que el mal te de alcance ….aunque me temo que será difícil, si la encuentras, él será más rápido, llegará al mismo tiempo que tú, pero con unos instantes de antelación, los suficientes como para robarte la vida. No quiero desanimarte, pero ya te dije que nadie lo ha conseguido de momento.” –dijo Mina que había vuelto a aparecer a su lado sin previo aviso-.
-“no me creo esa historia del mal, de almas malditas, ya no se escuchan ruidos ni percibo nada aterrador en estos momentos.”, contestó Darío y añadió:”debí equivocar a mis oídos debido a la confusión del momento”.
-“¿crees que el mal acabará contigo sin hacerte temblar antes?. Cuando creas que ya no pueden pasarte más cosas, cuando creas que ya has sufrido suficiente, cuando creas que el  miedo y el terror ha llegado al límite, cuando creas que estás a punto de alcanzar esa llave … …….aparecerá ante tus ojos, escucharás el horrible ruido de su arma asesina y creéme, no tendrás escapatoria, será la última imagen que veas antes de abandonar tu mundo vital”.- concluyó ella.
Tras unos momentos de silencio, en los que Darío intentó controlar sus emociones, aquella figura fantasmal le indicó el primer paso a dar con la mirada. La linterna enfocó, y ante los ojos de Darío una gran escalera, con algún escalón desaparecido, le invitaba a subir una altura más en aquella mansión. Pisó el primer escalón con tiento, despacio y aferrado a la desvencijada barandilla temiendo la inestabilidad de aquellos peldaños. Se suponía que debía moverse rápido, que no había tiempo, que debía encontrar esa llave cuanto antes,  pero tardaría mucho más si por ir con prisas, si por no ser precavido cayera desde media altura al piso de abajo. Mina ya le esperaba arriba, su ventaja como espíritu le permitía moverse en décimas de segundo. Cuando Darío llegó al piso de arriba, lo primero de lo que se percató gracias a su linterna, fue de un socavón impresionante en el que si hubiera caído, habría acabado de golpe y porrazo no en el piso de abajo, sino en el suelo del sótano mismo. Sorteó aquel enorme agujero pero a penas había espacio entre el final de la escalera y la pared frontal. Parecía como si le hubieran quitado al rellano unos cuántos metros cuadrados. De puntillas, apoyado en la barandilla por la espalada para no caer en aquél abismo. Enfocó en ambas direcciones y pudo observar como a cada lado, el espacio se ensanchaba y … comprobó  a la izquierda, un pasillo salteado de puertas ….a la derecha, otro tanto de lo mismo.
-“Tú sabes dónde está la llave Mina … ¿por dónde debo empezar? …- dijo el buscando a la niña con la mirada-.
-“Sí, sé dónde está, pero no puedo decírtelo …”, contestó ella.
-“Dijiste que me ayudarías …” exclamó él desconcertado
-“Dije que te ayudaría, y te ayudaré pero no puedo decirte dónde está, él se daría cuenta  y …. Intentaré señalarte el camino, guiar tus pasos pero … ¡¡oh no!! Ahora debo irme, lo siento .. ¡Por la izquierda, ve siempre por la izquierda.  ! Ya volveré …”- y desapareció entre las sombras.
Darío, de nuevo perplejo, comenzó a gritar irritado ..
                -Pues … ¿sabes qué, maldita Mina?, creo que eres una farsante, con ese juego de aparecer sin avisar y desaparecer de repente. Me dijiste que sabías donde estaba la llave, que me ayudarías …. Si se entera él dices …. ¿y qué si se entera? ¿qué más puede hacerte? … TE RECUERDO QUE YA ESTÁS MUERTAAAAAAA ¡!! Creo que mientes, ¡¡ no iré hacia la izquierda ¡!.
                Ahora, malhumorado se apresuró a adentrarse por el pasillo de la derecha. Observó que la primera puerta de la izquierda estaba entreabierta. Nada más dar tres pasos comenzó a escuchar un sonido extraño envuelto en el ambiente. Moviendo  su linterna en todas direcciones se percató de que por las paredes de aquel corredor resbalaban litros y litros de sangre ennegrecida . Como si manara lava de un volcán, aquél fluido fue abrasando las paredes hasta conquistar el suelo empezando por el final del pasillo. Darío vio horrorizado como a gran velocidad avanzaba hacia él. Quiso correr y volver hacia atrás, pero para su sorpresa, un muro se había alzado tras de sí, tapiando la salida hacia la escalera central. Se abalanzó sobre aquella primera puerta que había visto entreabierta justo antes de que aquél fluído abrasador alcanzara su cuerpo.
                Aquella sala resultó más oscura si cabe que el resto de estancias anteriores. Darío se había apostado a un lado de la puerta mirando hacia abajo temiendo que aquella sangre hirviente se colara por entre la rendija inferior. De pronto, se apartó de la pared esperando que la situación en esa habitación fuera la misma y que sus paredes comenzaran también a rezumar. Después de unos minutos, cuando vio que no sucedía nada e intentado recuperar la respiración comenzó a gritar de nuevo:
                -“¡¡ Mina, Mina …. ¿dónde te has metido? ayúdame por favor, siento lo que dije!!
                -“Tus disculpas no sirven de nada”, se oyó.
                Darío no reconoció a Mina en esa voz, lejos de ser dulce, aquello sonó a ultratumba. Cuando iba a levantar su linterna para localizar a quien le hablaba, el resplandor de otra figura espectral le deslumbró. Apareció de entre la oscuridad. Tembló de horror ..
                -“Mina no transita por este ala de la casa. Esto es el purgatorio. Aquí solo hay almas condenadas a sufrir por toda la eternidad, nunca saldrán de este infierno. Yo soy el guardián. Mina es un alma blanca, está condenada a no cruzar a la luz, pero tiene privilegios. Procura no enfadar al mal absoluto porque sabe que podría castigarla con un pasaje sin retorno a este sitio como destino.
                Darío no pudo evitar sentirse culpable, sus gritos de hacía un rato habían sido injustos para con aquella criatura que le recibió cuando llegó a la casa.
                -¡¡ Sólo quiero encontrar esa maldita llave!! ¡¡ Sólo quiero salir de aquí !!, exclamó desesperado.
                -La llave no se esconde en este lugar, debiste buscar en el otro ala de la casa como te aconsejó Mina. Ahora estás más perdido, será difícil que salgas de aquí …  jajajajajajajajaja jajajajajajajaja ¡¡ feliz infierno !! ¡¡ ya vienen a buscarte !! -gritó aquella figura- y como ya era costumbre para los ojos de Darío ….desapareció.
                Tras unos breves  instantes  envuelto en el silencio, a los oídos de Darío llegaron lejanos  lamentos que poco a poco fueron acercándose hasta resonar muy cerca de él. De pronto, de entre la oscuridad, unas enormes sombras deformes pretendían abalanzarse contra él, con lo que parecían brazos extendidos y escalofriantes garras. Unas gruesas cadenas cayeron ruidosa y estrepitosamente desde el techo quedando colgadas de él. Una de ellas era más fina y más clara, parecía ser novata en esa horrible sesión. Adivinó que aquello tenía pinta de ser una reserva a su nombre que le garantizaba una tortura lenta y desgarradora. Su rapidez mental le permitió intentar una vía de escape. Después de haber estado perdido en la selva anteriormente, se sentía entrenado. De un salto se encaramó a una de esas cadenas, a esa que desde el primer momento llamó su atención, se balanceó y cogiendo impulso apoyando sus pies en la pared y como si de una liana se tratara, atravesó la habitación. Recorrió unos metros en vuelo libre después de soltar la cadena y el temor, la angustia, la improvisada fuga y la falta de luz, le impidieron ver donde caía ….
                Con su caída, una fina barra de hierro se clavó en su muslo derecho y el resto de su cuerpo acabó  molido a golpes.
                -“¡¡ Mina, Mina !! , ¿ puedes oírme ? necesito ayuda …. ¡¡ por favor !!
 Cuando Darío, estremecido por el dolor de su pierna observó la avería, lejos de venirse abajo, apretó los dientes, se preparó y tiró de la barra que había invadido su cuerpo de un tirón para sufrirlo todo de una vez. Nada más deshacerse de ese visitante, la sangre comenzó a brotar de la herida a borbotones. El dolor era insoportable. Tenía que hacerse un torniquete pero no tenía ya fuerzas ni para arrancarse la ropa y utilizarla de primer auxilio. Cerca de él, los restos de unos cortinajes dorados descansaban en el suelo resaltando entre la oscuridad. Solo tenía que estirar la mano …. pero desfalleció.
Tras unos minutos, recupero la conciencia y abrió los ojos lentamente. Por unos instantes no supo reconocer donde se encontraba pero una voz que intentaba despertarle con desesperación logró hacer que volviera a su realidad …
-“Vamos Darío, ¡¡despierta!!, no hay tiempo, debes parar la sangre, yo no puedo ayudarte, no puedo tocar las cosas ni a las personas, soy aire …… -le dijo Mina-.
Darío reaccionó de inmediato. Agarró aquellas cortinas, rasgó un retal con la dimensión que creyó oportuna y lo amarró a su muslo. Logró ponerse de pie apoyándose en la pared.
-“Mina, ¿pero qué haces aquí?, el espectro que me habló hace un rato dijo que no  transitabas por este lado de la casa “ – recordó Darío-.
-“Ya no estás en aquél infierno … eres inteligente y arrojado, supiste encontrar la salida, observaste, pensaste, fuiste ágil ….y te acompañó la suerte. Y todo eso en a penas un par de minutos. Además, en esta ocasión fuiste hacia a la izquierda, eso abrió una posibilidad para poder salir. No quieras saber que te hubiera esperado en cualquier habitación del otro lado del pasillo”, contestó Mina-.
-“¿Quieres decir que logré salir de allí? ¿así de fácil? ….¡¡¡BIEN!!!, exclamó. Y prosiguió … “Gracias Mina, quizá no sea  mi inteligencia la culpable de mi escapada …. mis aventuras anteriores me ejercitaron, aprendí a sobrevivir, a observar, a arriesgar en lugar de esperar a que las cosas pasaran, he tenido y tengo un gran maestro, Spash”-relató. La verdad, es que la suerte me ha acompañado quizá más de lo que merezco …. Te pido que me perdones, fui muy injusto contigo, muchas gracias por venir”.
Y dime …. ahora ….ahora ¿dónde estamos?.
                -“Ahora estamos en la sala de tránsito … la estancia que separa el purgatorio del resto de la casa” dijo Mina
-“Creí que lo que separaba a ambos era el rellano de la escalera” contestó .
                -“Así es …, este es el rellano” afirmó ella
                Darío recapacitó unos segundos y se habló a sí mismo … ¡¡claro!!, por eso no había espacio en el rellano, aquellos metros  que parecía habérsele quitado a la casa …¡¡esta sala está oculta!!-
                -“¡¡Exacto!!, exclamó Mina … ya te he dicho que eres inteligente….”- Prosiguió-
                -“¿qué? ¿qué dices? ¿a qué te refieres Mina?”
                -“Olvidé decírtelo …. Puedo leer tu mente…y si, estuvimos al otro lado de esta pared, cuando subimos la escalera central. Esta sala no puede verse, sólo la ve, quien la conoce, quien sabe donde está y ahora ….quien ha caído en ella sin querer. Ya puedes ir hacia el ala izquierda. Yo te señalaré por donde entrar desde aquí”.
                Le hizo una seña para que le siguiera … y  mientras avanzaban, ella continuó:
-“Te deseo mucha suerte … ahora, las almas que encuentres  serán almas hijas del mal, fuertes, temibles, aterradoras. Te engañaran, con juegos y alucinaciones, te inyectarán esencia de terror, intentaran sin descanso mandarte al otro lado y una vez lo consigan, tratarán de enviarte para siempre al purgatorio, ese horrible infierno al que has entrado y del que has salido gracias a lo que ya te he dicho antes    Es casi imposible escapar a ellas, y si no escapas de ellas … tampoco encontrarás la llave. Procura estar atento, por cada horror que consigas vencer, una pista acerca del paradero de la llave te será desvelada, pero no es fácil descifrar esas claves. Ojalá seas el primero en poder salir de este mundo, de esta casa … Ahora debo marcharme otra vez, espero que lo entiendas ….. si me dejo ver junto a ti puede que acabe en el purgatorio. Pero si no puedes continuar .. llámame, ya te he dicho que puedo leer tu mente, grita con tu pensamiento ….intentaré encontrar la forma”. –concluyó.-
                De nuevo, Mina desapareció, se desvaneció.
                Darío abrió la puerta aparentemente invisible que le comunicaba con el pasillo en el que debía haber entrado cuando Mina se lo dijo la primera vez. Se quedó unos momentos  quieto, sin dar un solo paso,  dominado por un nuevo pensamiento. No sabía si los nervios, las apariciones de Mina, los aconteceres terribles vividos… hubieran hecho que el sonido de fondo que escuchaba le pasara desapercibido o realmente, era en ese mismo momento cuando se iniciaba. No se trataba de los iniciales ruidos que le asustaron al entrar en la casa, no .. Aquello era una melodía, encadenada por notas graves y resonantes. Parecía como si alguien estuviera jugando con él y quisiera aumentar sus temores poniéndole música acorde con la situación, que aumentara la tensión de los momentos por vivir como si de una película de terror se tratara.
                Respiró hondo, miró su pierna lastimada y se dijo así mismo que tenía que intentarlo, que tenía que lograrlo. Comenzó a caminar. Tenía que encontrar esa llave y si para ello debía escrutar cada rincón de aquella casa maldita pues lo haría. Tenía media docena de habitaciones por examinar pero no se planteó en ningún momento elegir. Si aplicaba los consejos de Mina, tres de ellas quedaban descartadas ….. “siempre por la izquierda”. Dio los primeros pasos dentro del corredor. De nuevo, algo le sorprendía. La primera puerta de su derecha se abrió dándole un nuevo sobresalto. Cuando se colocó delante de ella, pensando si debía entrar, una luz terriblemente cegadora le obligó a taparse los ojos con las palmas de sus manos  e incluso a dar un salto hacia atrás. Cuando se atrevió a  mirar de nuevo, observó cómo lo que parecían miles de llaves levitaban dando vueltas en un vórtice acelerado. Su mirada se acomodó a aquella luz y se preguntó si realmente alguna de esas llaves era la que buscaba pero … ¿cómo iba a averiguar cuál era? No podía discernir, contando que en verdad la llave fuera una de las que ahora giraban ….¿cuál elegir? ¿acaso la que abría la puerta a su libertad tenía una forma especial? Y si era así ¿qué forma tenía?. “Tiene que ser una trampa, no debo mirar, y irme a la izquierda…. siguió pensando. Pero perdido en el mar de dudas en el que le habían sumergido sus pensamientos, y como atraído por un imán o hipnotizado de forma incosciente, sumergió la mano en aquel abismo tanteando e intentando al mismo tiempo alcanzar una de las llaves. El efecto de atracción se hizo más fuerte y comenzó a tirar de él. Darío, estaba totalmente ausente, había perdido el dominio de sí mismo ….se dejó llevar involuntariamente. La voz de Mina retumbó en su mente … “jugarán contigo, jugarán contigo”, pero ya nada podía hacerle reaccionar.

                Un sonido estridente …. Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, provocó que Spash soltara una carcajada escandalosa.  A Darío también le alarmó, quien al abrir los ojos, lo único que pudo ver ante su mirada fueron los caracteres electrónicos que componían y que mostraban intermitentemente la frase:

GAME OVER…. TIME OUT ….TRY AGAIN

                Spash salió de la sala en la que se encontraba desde la que a través del espejo, había estado controlando gracias a sus conocimientos médicos y tecnológicos, los efectos producidos por la situación de riesgo adquirido durante la experiencia virtual en la que había embarcado a Darío como tantas otras veces. Le quitó aquel casco interestelar y todos los electrodos que había colocado en su cuerpo sin dejar de reir.

                -Esta vez …. No has optimizado tu tiempo …. Tendrás que probar de nuevo, pero no he guardado la partida jejeje. Supongo que querrás encontrar esa llave, tu orgullo es devastador, lo sé, pero debo decirte que, si vuelves a jugar, ya sabes, desde el principio. Nunca habías quedado fuera ….fuera de tiempo, siempre por los pelos pero ciertamente, era complicado. Espero que esto no sea un impedimento para cobrar mi nómina … es un buen videojuego jajajajajaja. Por cierto …. ¿te ha gustado mi F1?
                -Buffffffff.-contestó Darío.- ese comando de ayuda …. Mina, qué miedo me dio en su primera aparición.