martes, 22 de febrero de 2011

Al que anda ...



Alexia y Alba eran dos quinceañeras inseparables que estudiaban juntas desde que entraron en la escuela infantil. Habían iniciado el nuevo curso escolar hacía ya un trimestre y como en años anteriores, sentándose juntas en la misma clase. Estaban muy unidas. Había una tercera chica, Rakel, que a veces compartía con ellas secretos, confesiones y diversiones pero no compartía realmente la amistad que tenían las dos. La relación de las chicas, pese a ser muy estrecha entre ellas, se había convertido en un reparto de aires prepotentes con respecto al resto de sus compañeras, las cuales, las trataban con excesivo respeto impulsadas por el miedo que les inspiraban. Además eran asíduas al desprecio de lo ajeno y se jactaban de someter a sus compañeras a todo tipo de bromas, en algunas ocasiones un tanto crueles. El resto de chicas de clase estaba dividido. Se reunían en grupos y siempre había alguien solitario y reservado, que era objeto de burlas o simplemente era rechazado o aislado. Un buen ejemplo de ello era Lua, la inocente y tímida Lua. Ella era diferente, la introversión y los miedos fueron endiablados centinelas de su alma desde su más tierna infancia y la huella tan profunda que aquello le había creado brotaba vestida de pesimismo, inseguridad e aislamiento. A Lua siempre se la veía con libros de esoterismo, de fenómenos paranormales o relacionados con el mundo onírico Era nueva en el centro y desde el primer momento se vio bautizada por el resto de chicas como “la rarita”. Se convirtió en el principal objetivo de Alexia y Alba cuya estrategia, consistía en acercarse amigablemente mostrando interés por las inquietudes y gustos de su víctima, para después, actuar como era su costumbre. En este caso les resultó fácil, y a Lua, el hecho de que las dos chicas más populares y poderosas emocionalmente de la clase mostraran interés por sus gustos le hizo sentirse bien y desde luego, aceptada. Nadie le advirtió acerca de las intenciones de estas dos chicas y Lua, la ingenua Lua cayó presa en una tela de araña de la que no podría escapar. Las vacaciones navideñas llamaban a la puerta y la misma tarde que daba comienzo la travesía festiva, Alexia, Alba y Lua la inauguraron con una ceremonia que jamás debieron realizar. Aquella misma noche, Lua se marchaba a disfrutar de las navidades fuera del pueblo así que, las chicas aprovecharon esas horas y la ausencia por motivos laborales del padre de Lua para llevar a cabo el ritual. Alexia y Alba sin duda estaban nerviosas, la peripecia que tramaban era peligrosa pero para ellas, era un juego más cargado de misterio con el que burlarse de la pobrecita Lua.. La lluvia caía torrencialmente aquel día y un aire frío complicaba más la estancia por las calles. Llamaron al timbre a primera hora de la tarde. Al abrir la puerta, Lua permaneció un momento observando aquella escena y dibujando sin poder remediarlo una picarona sonrisa en sus labios. Allí estaban sus dos nuevas amigas, con sus ropas empapadas y sus cabellos chorreando el agua excedente que surcaba sus rostros buscando una vía de escape. Les abrazó y acto seguido, transmitiéndoles su alegría por estar juntas, les invitó a pasar. Después de ofrecerles unas toallas para que se secaran, les pidió que se acomodasen en la salar de estar. -" ¿has preparado ya todo, Lua?" preguntaron casi al unísono ...Cuando las chicas entraron en aquella estancia se vieron sorprendidas por la penumbra. En el ambiente se respiraba un fuerte olor a incienso y en la mesa que presidía aquel salón cinco velas negras de diverso tamaño y forma se unían haciendo una composición en uno de sus extremos. En el centro, un tablero grabado con números y letras y dos palabras .... SI y NO y sobre él, un elegante vaso de cierta tonalidad azul difuminada por todo el cristal del que estaba hecho.


 Lua, invitó a tomar asiento a sus amigas y con un breve gesto les motivó a que pusieran su dedo índice sobre aquel vaso que esperaba sobre el tablero. Tras una breve e improvisada invocación el silencio se adueñó de aquella habitación. Alba y Alexia luchando por contener la risa y aprovechando la concentración ciega de Lua, comenzaron su obra teatral….. Mientras Alba interpretaba a un cuerpo tembloroso que rozaba la convulsión, Alexia se adueñaba del rumbo de aquel vaso moviéndolo a su antojo. Después de señalar con gritos fingidos de terror la palabra MUERTE, frenó el vaso y tras una breve pausa volvió a arremeter indicando una letra, “L “. Lua gritó de horror mientras sus amigas dejaban de contener esas carcajadas que habían permanecido encarceladas aporreando las rejas y pidiendo libertad desde el inicio de la sesión. - “¡¡ no tiene ninguna gracia !! “ -repetió una y otra vez Lua frunciendo el ceño y vistiéndolo de enfado. Acto seguido, el vaso comenzó a moverse vertiginosamente durante unos segundos, señaló dos veces la misma letra “A”, y resbaló a lo largo de aquella mesa, surcando el aire hasta acabar estampándose contra una de las paredes que conformaban la lúgubre estancia en la que se reunían. El ceño de Lua dejó de fruncirse y quedó poseído por una mueca de terror al mismo tiempo que su cuerpo quedaba paralizado. Sus amigas, sumergidas todavía en el mundo de la risa imparable, luchaban por dejar su buceo y salir a flote. Cuando llegaron a la superficie, mirando a Lua le dijeron: - !!! Oh vamos Lua …no es para tanto, era una simple broma !!! ¿por qué rompes el vaso de esa forma? por poco nos cortamos con los cristales ¿estás loca? … Lua permanecía poseída por el terror. Condujo su mirada hacia sus dos amigas y dijo: -Sois una pareja de estúpidas que no sabéis con qué jugáis !!! No he sido yo quien a señalado las Aes, ni quien ha arrojado el vaso. ¡¡Me he enfadado mucho con vosotras, y no quiero volver a veros, y si esto último no lo habéis hecho también vosotras, sabed entonces que alguien con más poder se ha debido de enfadar mucho más …!! Se levantó de su asiento y con aires de furia despachó a Alba y Alexia de su casa. Las chicas salieron mofándose y apresuradas por el enojo de Lua, topándose en su precipitada salida con Rakel, su amiga de ocasiones..

 Por la noche, Lua salía de aquel pueblo para pasar las fiestas con sus abuelos, esos abuelos para los que ella suponía el mayor tesoro y el mejor legado que su hija fallecida pudo dejarles. Aquello le dejó respirar de alivio, pues sabía que una madrugada en la casa donde dejó entrar a las fuerzas del más allá no sería precisamente acogedora. Durante aquellos días, en los que un temporal de fuertes nevadas llegó a aislar e incomunicar a los pueblos de la zona, vivió con el temor de que aquel augurio en un principio inventado por sus amigas y con un fin que no sabía certeramente quien lo había establecido se pudiera cumplir. Tres días antes de volver a las clases, con los servicios de comunicación restablecidos y estando todavía en casa de los abuelos, Lua cogió su portátil por primera vez .Observó que tenía un correo de hacía siete días, supuso que fue enviado antes del temporal. No reconocía la dirección de correo pero pinchó para abrirlo. Una compañera de clase le daba la noticia:



“ Soy Rakel, de tu clase ya sabes. Alexia y Alba han fallecido en un trágico accidente. Sus padres están destrozados. Los detalles ya los conocerás cuando vuelvas al pueblo. Conozco la sesión que montaste en tu casa pues topé con ellas cuando la abandonaban y me lo contaron todo. ¿en qué estabas pensando ? Tú provocaste todo esto, te odio, todos te odiamos. Hablaremos al inicio de las clases”



Lua perdió el conocimiento y cayó dando un terrible golpe en el suelo.


El primer día de clase después de las vacaciones navideñas, el tutor del curso comenzó a pasar lista, una lista confeccionada por orden alfabético. Curiosamente Lua figuraba en último lugar. Cuando llegó a su nombre, paró unos instantes como queriendo tomar aire y al iniciar el habla, las autoras de las bromas más pesadas, Alexia y Alba junto con Rakel, la cruel cómplice, le interrumpieron nombrándola ellas mismas y aclarando entre risas maliciosas “no se ha atrevido a venir, estará muerta de miedo” mirándose las tres con absoluta complicidad ante el rostro atónito de su profesor y del resto de sus compañer@s.  Aquél hombre claramente enojado, golpeó su mesa e inquirió a guardar silencio con un “¡¡ basta ya !!. Una vez que las risas y el alboroto se hubieron cortado, prosiguió diciendo: “queridas alumnas, vuestra compañera Lua debía tener algún problema que ignorábamos y que le atormentaba profundamente.. Su abuelo nos ha llamado esta misma mañana y nos ha dado una triste noticia. Lua se ha sido ingresada en el hospital, en la Unidad de Cuidados Intensivos. En estos momentos, está en coma inducido. La encontraron esta mañana al amanecer tumbada en el suelo de su habitación con un charco de sangre bajo su cabeza. No está muy claro pero la versión que se baraja como más probable es que estaba escribiendo una nota de despedida, y algo provocó que cayera de su silla con la mala suerte de golpearse a la altura de la nuca con un saliente de su cama. En la nota, dirigía unas palabras a sus queridos abuelos y a su padre pero también figuraba un párrafo dedicado a sus compañeras de clase que por la circunstancia acaecida no pudo terminar. Todo indica que iba a quitarse la vida. Ahora, paso a leéros aquello que Lua quería transmitiros:





Estimad@s compañer@s, hace un rato he tomado varias cajas de antidepresivos y ansiolíticos. Mi padre fue acumulándolos desde que de golpe y sin ninguna prescripción médica decidió dejar el tratamiento para la depresión que sufrió tras la muerte de mi querida madre. No me ha sido difícil encontrarlos, en más de una ocasión, observándole, pude ver donde los escondía.


Con mi partida, el augurio que yo misma he provocado se da por cumplido. No fue mi  intención que sucediera ninguna tragedia, pues como sabéis, los temas de ocultismo son de mi interés y he leído y estudiado mucho acerca de ello. Mi error fue confiar en Alexia y Alba pensando que en verdad les interesaba y que actuarían con seriedad delante de una QUIJA. Se burlaron de mí, pero a la ira de las fuerzas ocultas nadie escapa. Durante los días que siguieron a aquella sesión hasta el día de hoy, desde el amanecer hasta el ocaso, unas voces susurrantes me recordaban a cada minuto que nuestras vidas iban a llegar a su fin mostrándome toda su rabia y su gran poder. Conmigo fueron benevolentes, con su terrorismo psicológico me obligaron a elegir el cómo, el cuándo y el modo: y hace un rato, acordé que hoy era el día, pues esto ha sido, es y seguiría siendo una cruel, horrible y terrorífica tortura. La casa me estaba esperando, cuando ayer por la noche llegamos, bajé del coche y al mirarla desde fuera sentí que me llamaba, susurrándome que entrara para mostrarme algo. Al inicio de la madrugada la verdadera película de su muertes se ha proyectado en su totalidad sobre la pared de mi alcoba, ha sido horrible ….. Me he levantado desesperada para ejecutar el fin decidido a esta pesadilla. Y ahora, cuando el principio del fin se ha iniciado. después de sentir como mi cuerpo se va durmiendo por los efectos de las pastillas ingeridas, ………... ¡maldita sea !!! acabo de recordar un par de detalles importantes del mortal film ……..siento que me voy, mis ojos piden descanso ................ ¿cómo no me he dado cuenta antes de tomar esta decisión? la muerte de Alexia y Alba .......... está por .........venir y ella les acompaña !! …….¡¡¡ Rakel !!! .......no debió inmiscuirse ...............…….se me cierran los párpados............. ………..irónicamente, mi destino autoestimulado no me dejará avisarles del peligro,……… el sueño me ataca …… yo sé el cuándo y el cómo… Oh no !!! el final está cerca ………......me tambaleo……..

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