martes, 22 de febrero de 2011

Visita de Alcoba



Aquella noche invernal, el frío y la oscuridad se nombraron así mismos soberanos de la madrugada. La legión de nubes que había amanecido con el alba, grises y desafiantes, continuaron su viaje al caer la noche, privándolo todo de la belleza de la luna y del brillo de su maravillosa luz.
Los acontecimientos acaecidos en los últimos meses impedían normalmente que Laura conciliara el sueño y las ocasiones en las que lo conseguía, su viaje onírico resultaba ser una travesía por el tortuoso y terrible sendero de la pesadilla. Aquella noche, como poseídos por la compasión, el cansancio, el contador de días sin dormir, los calmantes y somníferos  hicieron un conjuro dentro de la mente y del cuerpo de  Laura y  hechizada por aquella pócima logró caer en brazos de morfeo con celeridad y además para su sorpresa,  en uno de esos bellos jardines reservados que aguardan en el subconsciente. Cuando el reloj rondaba la una de la mañana sin motivo aparente para ello, sin causa lógica que la asaltara, Laura se vio expulsada de aquel paradisíaco mundo onírico en el que llevaba inmersa unas horas. Sin levantar los párpados intentó volver a aquél sueño, pero fue inútil, las puertas del jardín ya se habían cerrado.
El silencio de la noche, hizo eco en sus oídos. Ella sabía que si abría los ojos, aquella combinación de sensaciones y circunstancias: el silencio, la oscuridad, la consciencia........ le transportaría de nuevo a la horrible cueva que había cavado el dolor en sus entrañas. Aguantó unos minutos, pero los nervios de estar despierta finalmente la empujaron a abrir  las persianas detrás de las cuales se refugiaban sus ojos.
Se sorprendió al atisbar un halo de luz que iluminaba tenuemente la alcoba en la que descansaba y la curiosidad hizo que se reincorporase en busca de una explicación para aquél misterio.
No pudo evitar que un gemido de angustia escapara de su garganta ni taparse el rostro con sus manos para ahogarlo.... Un escalofrío recorrió su cuerpo.
Allí, a los pies de la cama, una figura angelical, envuelta en un blanco luminoso que irradiaba hilos de luz a toda la habitación, le observaba con una bella sonrisa en los labios. Le reconoció al instante y a partir de ese momento, una sensación de paz embargó su alma ....
Laura no quiso despertar a su compañero de cama, sintió que aquel momento era suyo, sólamente suyo. Pudo entender  como se comunicaba con aquel visitante inesperado a través de sus miradas, transmitiéndose todo el amor que ambos de forma recíproca  sentían. Cuando los labios de Laura quisieron hablar .... "¡¡pero  papá,¿ por qué me has dejado? !!", aquella figura se desvaneció.
La sensación de paz y tranquilidad de Laura se hizo más certera ..........






LAS VISITAS DE ALCOBA SE SUELEN PRODUCIR EN UNA FRANJA HORARIA DETERMINADA, ENTRE LA UNA Y LAS DOS DE LA MADRUGADA.
EL DURMIENTE SE DESPIERTA DERREPENTE ... SALE DE SUS SUEÑOS EN UN INSTANTE SIN MOTIVO QUE LO CAUSE
HAY MUCHAS PERSONAS QUE ASEVERAN HABER TENIDO UNA EXPERIENCIA DE ESTE TIPO

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